Jardín de infancia

viernes, 3 de diciembre de 2010

Behind the camera

Una animada canción de algún opening salia de los altavoces del ordenador. Shigeru tarareaba levemente su parte favorita mientras se retocaba meticulosamente los ojos. Siempre creyó que una buena foto dependía en gran medida de una buena mirada, por lo que era muy cuidadoso a la hora de retocar sus ojos.

A pesar de que el PhotoShop le falicitaba mucho la vida si algo salía mal, él era un poco de la "vieja escuela" y prefería que las fotos fueran prácticamente impecables sin pasar por el PS. No es que tuviera nada en contra, era más bien pereza. La luz o el encuadre se corrigen fácilmente, pero no algo pequeño como los ojos. Agrandar, colorear, blanquear, añadir pestañas... simplemente no era para él. Y tampoco parecía que le hiciera falta, al fin y al cabo su éxito era bien patente en la red.

El reproductor saltó a la siguiente canción, más calmada. El ending que acompañaba al opening anterior. Parpadeó un par de veces, asegurándose de que no se le pegaba la máscara. El siguiente paso era ocultar su pelo bajo una rejilla para colocarse una peluca, pelirroja esta vez. No era algo difícil, ya que llevaba el pelo más bien corto precisamente para simplificar las cosas con las pelucas, le ahorraba muchas horquillas y calor. Ajustó el flequillo con la mano, y, satisfecho, cogió el disparador automático de la cámara.

Poco imaginaba que aquella sería su última sesión tranquila.

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